El incremento de los precios de vivienda es el que más impulsa el aumento de la inflación en Estados Unidos.
La inflación de Estados Unidos se ubicó en 7,7% en octubre de 2022, en términos interanuales, según la Oficina de Estadísticas Laborales.
De esa forma, el índice de precios al consumo en Estados Unidos se ha contraído por cuatro meses consecutivos.
En junio, la inflación alcanzó su cifra más alta en cuarenta años, llegando a 9,1%. Pero, bajó seis décimas hasta 8,5% en julio. Desde entonces ha caído levemente a un ritmo de una o dos décimas cada mes.
La cifra de inflación de octubre, mejor que la pronosticada por los expertos, llega después de la sexta subida consecutiva de los tipos de interés llevada a cabo por la Reserva Federal para controlar los precios.
La tasa de interés oficial de una de las mayores economías del mundo se sitúa actualmente entre el 3,75% y el 4%, un nivel no visto desde 2007.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advirtió que las posibles futuras subidas de tipos y el final de las mismas dependerán de la evolución de datos como el del IPC.
El peso de la vivienda
Según la Oficina de Estadísticas Laborales, el índice de vivienda contribuyó con más de la mitad al aumento mensual de los precios y los índices de gasolina y alimentos también aumentaron en términos mensuales.
Así, el índice de energía aumentó un 1,8% mientras que el de los alimentos subió el 0,6%.
A nivel interanual, en los últimos 12 meses el índice de la energía ha aumentado 17,6%, mientras que los alimentos se han encarecido el 10,9% en el último año.
Los datos interanuales arrojan que la inflación subyacente (que mide la subida de los precios de consumo quitando los de los alimentos y la energía) fue de 6,3% en octubre.
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