Tras recuperar el partido, que fue eliminado del registro electoral en 2013, las pugnas dentro de la Izquierda Democrática no han cesado.
El renacer de la Izquierda Democrática (ID), en 2015, generó expectativas. Pero su crecimiento electoral llegó recién en 2021, cuando consiguió posicionarse como la cuarta fuerza política del país.
Al igual que las demás agrupaciones políticas, el partido naranja intenta a contrarreloj completar las listas de candidatos para las elecciones extraordinarias de agosto. Sin embargo, los obstáculos al interior de la estructura provocan mucho ruido en el proceso.
Tanto que la presidenta del CNE, Diana Atamaint, advirtió que si la ID -al igual que Pachakutik- no arregla sus problemas hasta el sábado 10 de junio corren el riesgo de quedarse fuera del proceso electoral.
"Resuelvan sus conflictos internos para que puedan participar", dijo.
El relativo éxito electoral de 2021, con un 16% de votos en las presidenciales y la tercera bancada más numerosa de la Asamblea Nacional, le permitió a la ID quedarse con una vicepresidencia del Legislativo y un puesto en el Consejo de Administración (CAL).
Pero, al igual que Pachakutik, los problemas internos se multiplicaron más rápido que el éxito electoral. Durante el periodo legislativo el bloque tuvo que lidiar con expulsiones y reingresos de sus asambleístas.
Lo mismo sucedía dentro del partido, las coyunturas polémicas demostraron que había al menos dos facciones, que fueron mutando de acuerdo a los escenarios.
En mayo de 2022, la ID resolvió remover de la presidencia del partido a Guillermo Herrera. En su lugar debía asumir la concejal de Quito, Analía Herrera, pero como no estuvo en la sesión en la que se eligió presidente, el cargo recayó en Enrique Chávez, en calidad de subrogante.
De cara al nuevo proceso electoral, el Consejo de Ética de la Izquierda Democrática decidió remover a Chávez y que asuma Ledesma, acusándolo de pertenecer a otro partido. Algo que él desmiente y asegura que es parte de la ID desde hace 42 años.
Más allá de lo que diga el Consejo de Ética, lo cierto es que el poder dentro del partido lo tiene Chávez, como presidente legalmente reconocido ante el Consejo Nacional Electoral (CNE). Por ende, es el único que puede autorizar la inscripción de candidaturas.
Bajo su liderazgo, el consejo ejecutivo de la ID se reunió el 7 de junio, en Quito, para ratificar su apoyo a la candidatura del ex vicepresidente Otto Sonnenholzner y decidir que el exlegislador Alejandro Jaramillo encabezará la lista nacional de asambleístas.
En la cita participaron 33 miembros del consejo, entre ellos la mayoría de presidentes provinciales y los expresidentes de la agrupación Wilma Andrade, Andrés Vallejo y Dalton Bacigalupo.
La pugna interna por el poder enreda a la ID
Las divisiones en esta nueva era de la Izquierda Democrática nacieron a raíz de la salida de la presidencia nacional de Wilma Andrade.
La exlegisladora encabezó la 'resurrección' de la lista 12, después de que una gran pugna interna entre Andrés Páez y Dalton Bacigalupo le costara la vida jurídica al partido.
Este renacimiento vino acompañado de los mejores resultados electorales del partido desde 1988, cuando ganó la Presidencia de la República con Rodrigo Borja.
Sin embargo, la alegría duró poco.
Las polémicas posturas y declaraciones del excandidato presidencial, Xavier Hervas, (quien terciará ahora por RETO, de Paúl Carrasco) hizo que las fisuras aumenten. Este capítulo se cerró con su desafiliación.
Los últimos resultados de la Izquierda Democrática
Las elecciones seccionales de febrero también abonaron las fisuras en la Izquierda Democrática. En el segundo semestre de 2022, la selección de candidatos para todo el país ahondó las divisiones.
La lista 12 obtuvo apenas cuatro alcaldías sin alianzas y otras seis con alianzas, además de la Prefectura de Chimborazo.
En todo el país, la ID obtuvo apenas 252.617 votos en las seccionales.
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