Todo ha cambiado para Leo Campana, el niño ecuatoriano de familia poderosa que cometió la osadía de jugar profesionalmente al fútbol, el deporte de los 'pobres'. La llegada de Lionel Messi (¡prácticamente, son tocayos!) al Inter Miami, entre otros esplendorosos efectos, ha revalorizado la imagen de Campana.
Lo que se miraba como un horizonte incierto, pues jugaba en un equipito de la MLS que iba al fracaso, ahora es diferente. El guayaquileño está siendo testigo del proceso más interesante del 'soccer' en Estados Unidos de los últimos 20 años. Vive y disfruta de primera mano la euforia que está generando el tramo final del más grande.
Yo me pregunto: ahora que Messi le da palmaditas y hasta le consigue entradas, ¿los jugadores de la Selección nacional al menos tendrán la bondad de pasarle la pelota? ¿Será posible que el entrenador de la Tricolor pueda aprovechar las virtudes de un delantero como Leo Campana, que requiere abastecimiento?
Leo Campana (izquierda) y Lionel Messi, en un entrenamiento del Inter Miami. AFP
Campana, cuando sea convocado (porque seguro que está en su lista, ¿verdad, don Félix?), debe ser recibido de manera diferente a las últimas ocasiones.
Con certeza, el míster ya debe tener clara la estrategia para colocar a Leo Campana en el campo de juego. Pero, sobre todo, debe estar preparada la charla para la plantilla, una conversación franca que incluya las sanciones para los egoístas que, en vez de darle la pelota, quieran resolver por la vía individual.
El problema de don Félix es que Ecuador no tiene un Messi. Y hasta en eso Campana tiene suerte. Ahora podrá decir, si llega a irle mal, que le hizo falta un socio como 'La Pulga'. Pero bueno, eso no pasará porque, como lo he dicho ya, ahora sí le pasarán el balón al amigo de Messi.
PD: Dixon Arroyo, es verdad, es otro jugador que se ha revitalizado con Messi. Y también es otro ecuatoriano maltratado por los que ignoran cómo desarrollar el talento. Y, por eso, merece una oportunidad en la Tricolor.
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