¿Final de la era de la globalización y el regreso a la política global de los presidentes poderosos como Trump, Xi y Putin?
Asesor empresarial en estrategia y finanzas corporativas. MBA de la Escuela de Negocios Darden de la Universidad de Virginia. Exasesor McKinsey and Company y finanzas en JPM, CLSA, ABN-AMRO y Valpacífico. Exejecutivo senior Progressive Insurance e IPG.
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Conversaba con ejecutivos sobre la estrategia adecuada ante los escenarios generados por el alto nivel de incertidumbre local y global y ¿cómo podría afectar tanto su crecimiento como financiación? Para empezar, algunos me preguntaban: ¿qué podemos pensar sobre la estrategia estadounidense de usar la táctica de ‘agresiva política arancelaria’?
La dinámica del comercio entre EE. UU., Canadá y México, miembros de un acuerdo comercial, puede analizarse a través de la lente de la teoría de juegos con varios jugadores del clásico ‘dilema del prisionero’. Estratégicamente, la decisión de cada uno de estos países de imponer o reducir aranceles afecta a los demás.
Toca esperar unos días más para ver qué acuerdan y ¿cómo nos afectaría? En el ínterin, EE. UU. reporta una baja de un 85% de cruces migratorios fronterizos y en México, la inversión extranjera directa (IED) del 4to trimestre mostró una caída de 45,26% respecto al mismo periodo del 2023. Es el menor flujo de inversión para un cuarto trimestre desde 1985.
Los acuerdos de comercio como las grandes inversiones y los préstamos a largo plazo son apuestas a la estabilidad política y a la seguridad jurídica. Ambas son importantes para Ecuador que depende mucho del comercio exterior, exportaciones e importaciones suman alrededor de USD 60.000 millones.
Y claro son vitales para las empresas exportadoras que apuestan por los mercados extranjeros y la integración en cadenas de suministro como el camarón en China o el banano en la Unión Europea (UE) muchas optimizadas vía el método ‘just in time’.
La ‘militarización’ del comercio exterior (alza desmesurada de los aranceles) promete beneficios inmediatos para EE. UU.; sin embargo, el peligro es que, si mantiene en el mediano-largo plazo, se corre el riesgo de alentar a muchos países a buscar sistemas alternativos que lo eviten; por ejemplo, los BRICS.
Y esto se ve ya en el comercio regional, la naviera china, Cosco Shipping, incluyó Buenaventura y Guayaquil en su nueva ruta entre el puerto peruano de Chancay (propiedad de Cosco Shipping) y el puerto más grande chino, Shanghái. La ruta desde Buenaventura sería de 35 días, la de Guayaquil 27 días o 13 días menos lo que representa un efecto financiero positivo asumiendo el costo logístico permanece igual.
Además, la actual ‘táctica’ negociadora del presidente Trump crea incertidumbre. En Ecuador tenemos amplia experiencia en el daño económico generado por la alta incertidumbre generada sea por falta de una visión de futuro o de acuerdos nacionales por la politización de cualquier tema.
En el caso de EE. UU. preocupa en el largo plazo que, cuanto más se recurra a los aranceles, más se acelere la fragmentación de un orden económico internacional que históricamente ha sido útil para el desarrollo mundial. Por ejemplo, la Organización Mundial de Comercio (OMC) y su rol en la globalización de la economía.
Dentro de la estrategia de negociación, los aranceles también pueden actuar como ‘señales de compromiso’ de política económica y seguridad, no solo entre EE.UU. y China (Guerra Fría 2.0), sino también en otros contextos regionales y diversos objetivos como con Colombia, Panamá, México, ¿Ecuador?, etc.
En EE. UU. políticamente, los aranceles señalarían el compromiso de proteger industrias, renegociar acuerdos comerciales, seguridad, migración ilegal, y otros temas. El presidente Trump lo ha indicado: "Impondremos fuertes aranceles a muchos países si no llegan a acuerdos con nosotros". Una amenaza latente para nuestro sector exportador a EE.UU. es el escenario que le pasó a Colombia cuando se le amenazó con un arancel del 25%.
La credibilidad en las señales es crucial. Distinto a México y Canadá, China la 2da y la UE la 3ra economías globales, aplicarían aranceles de represalia a EE. UU., con el objetivo de negociar desde una posición de fuerza.
Vale reconocer que la naturaleza interconectada de las economías de China (Chinamerica), UE, México, Canadá, Japón, y Corea del Sur con EE. UU. añade capas a este juego, donde el equilibrio entre señalar el compromiso y evitar el daño económico debe ajustarse con precisión.
Sin embargo, el comercio entre EE. UU. y China es cada vez un porcentaje menor de sus respectivas economías.
Si la globalización y sus instituciones desaparecen preguntémonos ¿si regresó la política exterior de finales de la 2da guerra mundial cuando los presidentes Roosevelt, Stalin, y Churchill decidían el destino del mundo en Yalta? ¿Cómo nos afectaría? Para lectores interesados en el tema, la columna ‘El escalón imperial’ del Doctor Hernán Pérez Loose como el libro de Martin Wolf comentarista económico del Financial Times ‘La crisis del capitalismo democrático’ tocan este tema también.
Continuaremos …