La percepción sobre el partido entre Liga de Quito y Barcelona (BSC) en la Casa Blanca siempre estuvo equivocada. El famoso invicto formó parte del folclor de nuestro fútbol, por supuesto, pero nunca debió tener una categoría de partido a muerte.
Ningún partido, en realidad, debe ser a muerte porque el deporte se inventó, entre otras razones, para que la gente festeje la vida, no la muerte.
La derrota de Liga de Quito ante BSC, sin embargo, sirve para simbolizar que algo está mal en el equipo universitario. Hay una percepción de decadencia de una institución que, en su momento, llegó a ser el referente del país.
Y lo primero que es evidente que Liga ya no es el modelo a seguir para los demás.
Liga, modelo ingenioso
Fue el faro desde la década del 90, cuando Rodrigo Paz Delgado aplicó una polémica fórmula para salvar a Liga de la quiebra. Lo hizo, claro, al separar al equipo profesional del club. Paz y su entorno administraron la plantilla y, de paso, construyeron un estadio.
El club siguió su camino por su cuenta, sin la presión financiera de sostener a un equipo que cuesta USD 10 millones. Incluso, nació un colegio con el escudo de la 'U'.
La fórmula funcionó. Liga, es decir, el equipo, arrasó entre 1998 y 2012. Ganó títulos nacionales y también internacionales, es decir, elevó el nivel de nuestro balompié. Y en ese lapso crecieron la hinchada y también la notoriedad.
Aumentó la rivalidad con Barcelona SC y se habló de un verdadero clásico nacional, porque ese partido representaba el enfrentamiento de dos modos de ver el fútbol.
También representaba la rivalidad de las regiones Costa y Sierra, el eje de la historia del país. Eso no podía decirse del Clásico del Astillero o del Clásico capitalino.
Hinchas de Liga de Quito en el estadio Rodrigo Paz Delgado. @LDU_Oficial
La nueva realidad
Liga sigue siendo un equipo importante y protagonista, pero ha perdido influencia. Se cuestiona, por ejemplo, la vigencia del modelo de separar equipo y club. Pero también se teme que el club fracase si asume la administración de la plantilla.
Además, el auge de Independiente del Valle (IDV) ha movido el foco de atención hacia otro modelo, más empresarial, efectivo y moderno.
Hoy, en el exterior se habla de IDV, de sus canteras, su influencia en la Tricolor y sus triunfos. Ya hay clubes chilenos que imitan a Independiente.
Liga puede recuperar el camino. Tiene un pasado glorioso que aún pesa, una estructura relevante y ha mejorado la gestión con las canteras. Como lastre está la barra brava, incompatible con los valores del deporte.
Lo bueno es que Liga se libró de la injusta obligación de no perder jamás con BSC en la Casa Blanca. Por fin la 'U' podrá mirar al futuro y no al pasado.
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