El maltrato en redes y en la vida tiene consecuencias 

Nos encanta el 'like' en nuestras redes donde posteamos lo lindo que pasamos mientras posamos sonreídos. Pero en la realidad, muchos vamos por la vida apurados y de mal genio. 

Twitter o X representan la actitud de los haters. Ahí los insultos son intensos y muchas noticias, o son inventadas para descalificar o, como dice la escritora Covadonga O'Shea, son sacadas punta como lápiz.

Dentro y fuera de las redes, el mal trato puede ser causal de una demanda. El trato indigno, discriminatorio, la injuria, pueden tener como consecuencia multas y hasta prisión. ¿Sabrán eso los que insultan en redes? ¿Y los que atienden mal al público?

Provocar una mala experiencia a un cliente lo afecta en su lealtad y de paso lesiona la marca. 

Descubrí que las razones más comunes por las que un empleado trata mal a los clientes son, en el orden siguiente:

1. Ha recibido maltrato de sus jefes
2. No está bien pagado
3. No le han pagado en meses
4. Hubo ascensos y lo dejaron fuera
5. No ha tomado vacaciones en mucho tiempo
6. Tiene problemas de salud mental más que física
7. Tiene problemas en la casa

Entonces, si el mesero demora en exceso y luego te da el plato cambiado, puede que no le hayan pagado en tiempos.

Un buen ambiente laboral, armonioso y justo, donde los trabajadores están contentos, previene el maltrato al consumidor. 

Si vamos "aflojando" un poco el mal genio y empezamos a colaborar unos con otros, a dar paso en la calle, a pedir con educación las cosas, esa corriente se va contagiando, permea a nuestros hijos, a los colegas, amigos y la comunidad mejora.

Respetar es mostrar aprecio y cuidado por la otra persona, por sus opiniones, creencias y bienes. Si nos sentimos agobiado por los insultos de X, por ejemplo, lo más sano y de autorrespeto es dejar de ver esa red o limitarnos a seguir las listas de lo que nos gusta e interesa.

En mi caso solo veo las noticias de medios serios en X. Ya se pasan los descalificadores e insultadores. Nos hacen sentir que todo en el país está en decadencia y no es así.

Como usuarios, lo que aspiramos y merecemos es profesionalismo y objetividad; y como clientes, una atención que se anticipe a los problemas o los resuelva con diligencia.

Si somos empleados, los beneficios de atender bien a nuestros clientes y de trabajar a conciencia son muchos. Aquí algunos:

1. Damos buen ejemplo a los hijos y a la familia
2. Recibimos la satisfacción del deber cumplido
3. Desarrollamos la virtud de la laboriosidad y la mística del trabajo
4. Creamos una historia laboral impecable
5. Nos alegra y beneficia el regreso de un cliente satisfecho
6. Podemos llegar a recibir una propina

Carl Honoré, el gurú de la lentitud, dice que los lugares de slow food y los productos artesanales cotizan mejor. "El trato agradable y reposado entre unos y otros reduce el estrés y genera un estado de equilibrio", dice.

Robert Waldinger, profesor de Harvard, estudió durante ocho décadas a 700 jóvenes, de los cuales ahora viven solo 60. Descubrió que las relaciones personales que establecemos con gente de nuestro entorno, mientras más fuertes y mejores sean, más tiempo y más felices viviremos.

La mística del trabajo es lo que asegura el éxito de la empresa. La adquirimos cuando afrontamos el día a día con honorabilidad y valentía. 

Séneca es específico en sus Cartas Morales:

"La gente buena hará lo que encuentra honorable aún si requiere trabajo duro; aún si le puede causar lesiones y aún si esto acarrea peligros. Pero no realizará lo que es rastrero, aún si le da riquezas, placer o poder. Nada lo alejará de aquello que es honorable y nada lo atraerá si aquello es despreciable".