A Antonio Vivaldi (1678-1741) se lo recuerda por sus cerca de 500 conciertos, las 46 óperas y su tan aclamado concierto para violín 'Las cuatro estaciones'; muy poco por su oratorio sacro militar Juditha Triumphans o Judit, como también lo escriben algunos biógrafos.
Pero no solo el oratorio fue una obra olvidada, casi todo el vasto repertorio creado por Vivaldi se apagó con la muerte del músico veneciano en Viena, a donde había acudido para recibir ayuda del emperador Carlos VI, que admiraba su música.
A los pocos meses de su llegada a Viena, el emperador falleció y Vivaldi se quedó sin respaldo económico. Murió en la pobreza, a los 63 años. Y fue real, su vida y su música terminaron en el más absoluto olvido.
Los historiadores afirman que recién en el siglo XX la música de Vivaldi comenzó a ser publicada gracias al italiano Alberto Gentili, profesor de Historia de la Música en la Universidad de Turín; él descubrió una gran parte de los tomos de sus obras y manuscritos.
Hay versiones que señalan que un hermano del músico entregó a un coleccionista casi todos los tomos de las partituras a un precio insignificante.
Clasificado con el número RV644 del Catálogo Ryom 'Juditha Triumphans' es un oratorio que el mismo Vivaldi subtituló 'sacrum militare oratorium' porque lo compuso en honor al triunfo de Venecia en su guerra contra los turcos y el Imperio Otomano.
Se trata de una alegoría acerca de la victoria de la República de Venecia sobre los turcos, en defensa de la asediada Corfú, a comienzos del siglo XVIII.
Una de las características muy especiales de este oratorio es que solo intervienen coro de mujeres, voces sopranos y mezzosopranos por una razón muy especial: Vivaldi vivió y fue profesor de música en el 'Ospedale della Pietá' que recogía a niñas abandonadas.
Sobre este mismo tema, los biógrafos de Vivaldi aclaran que al 'Ospedale' no necesariamente llegaban niñas pobres, muchas de ellas eran hijas no reconocidas de familias poderosas, por eso el énfasis para que recibieran clases de música con un profesor de la categoría de Antonio Vivaldi.
Compuesto en Venecia en 1716, su título original fue 'Juditha triumphans devicta Holofernes barbarie' y fue traducido como 'Judit triunfa sobre la barbarie de Holofernes'; el texto en latín corresponde al cavaliere Giacomo Cassetti (1682-1757).
La heroína Judit (mezzosoprano) representa a Venecia, su asistente Abra (soprano) representa la fe y Holofernes es el rey de los turcos.
Para el libreto, Cassetti, que siempre trabajó textos para oratorios, nunca para ópera, se basa en el relato bíblico de la heroína Judit, que libera a su pueblo del asedio del asirio Holofernes, a quien le corta la cabeza tras un intento de acoso sexual.
Técnicamente, el oratorio consta de 25 arias da capo que por lo general son cantadas por cinco voces entre sopranos y mezzosopranos.
La obra tiene una gran fuerza instrumental, con supremacía de las cuerdas, que era lo que mejor dominaba 'il prette rosso' (el cura colorado) como también se conocía a Vivaldi por el color de sus cabellos.
El compositor veneciano fue en su tiempo el mayor representante italiano del barroco, mientras que en Alemania la hegemonía casi absoluta era de Johan Sebastian Bach (1685-1750).
Vivaldi conduce a su apogeo al violín y al 'concerto', a través de varios centenares de obras. Y lo hizo también para otros instrumentos como el violonchelo, flauta, mandolina, laúd, viola, oboe y fagot.
Los títulos de sus obras siempre fueron llamativos, como por ejemplo 'La inspiración armoniosa', 'La stravaganza, Il cimento della armonía e dell'invenzione'; y en la música programática destacan, además de 'Las cuatro estaciones', 'La tempestad', 'La caza' y 'El jilguerito'.
Respecto de la Ospedale della Pietá, la musicóloga Pola Suárez corrobora que Vivaldi, además de las voces corales y de solistas trabajó sus conciertos siempre con orquesta de jovencitas.
Las opiniones expresadas por los columnistas de PRIMICIAS en este espacio reflejan el pensamiento de sus autores, pero no nuestra posición.
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