La ciclista viene de consagrarse subcampeona nacional de ruta, sin embargo, su disciplina principal es la montaña y espera poder clasificarse a los Juegos Olímpicos de París.
Michela Molina volvió a competir en ciclismo de ruta hace un año. En poco tiempo se ha convertido en una de las máximas referentes de esta disciplina a nivel nacional.
La pedalista, que representa a la Federación Deportiva de Azuay, tuvo una impresionante actuación en el Nacional de Ciclismo de 2023, donde derrotó a rivales importantes como Miryam Núñez y Esther Galarza y se quedó con la medalla de plata.
"Fue una competencia muy larga, yo a cada rato veía el kilometraje y aún faltaba bastante. No había muchos lugares de descanso y hubo mucho desnivel acumulado", describe en una entrevista con PRIMICIAS.
La cuencana resistió hasta los últimos kilómetros y peleó en un emocionante sprint final ante Ana Vivar, quien terminó llevándose el título.
"Hubiera deseado llevarme la medalla de oro. El anterior año también fui segunda, así que quería sacarme la pica. Sin embargo, este resultado demuestra que vengo haciendo un buen trabajo".
Y es que la especialidad de la deportista de 30 años en realidad es el ciclismo de montaña, no la ruta.
"Yo competí en ruta hasta la división junior y de ahí me dediqué a la montaña. Pero me di cuenta que el apoyo que ha recibido la ruta femenina es muy grande y tiene más competencias, así que decidí volver para poder foguearme más".
De esta manera, Michela se ha convertido en una de las ciclistas más completas del país, capaz de subirse a podios en ambas disciplinas a nivel nacional e internacional.
Unos Bolivarianos agridulces
Uno de los mejores momentos en la carrera de Michela fue en los Juegos Bolivarianos de Valledupar, en junio de 2022.
La cuencana fue escogida para participar tanto en la prueba de ruta como en la de montaña y tuvo destacadas actuaciones en ambas.
En la de ruta trabajó junto a Ana Vivar y Carol Masabanda para apoyar a Miryam Núñez. Michela fue la que más se esforzó y acompañó a su compatriota hasta los últimos kilómetros. Núñez se llevó la medalla de plata y la azuaya culminó cuarta.
"Fue una locura, recién estaba volviendo a la ruta y me convocaron para la selección. Si bien no terminé en el podio, ese cuarto lugar fue muy valioso".
Ana Vivar, Miryam Núñez y Michela Molina, durante los Juegos Boliviarianos de Valledupar de 2022. COE
Cuatro días después, llegó su momento de brillar en la montaña. Michela tenía todo para consagrarse campeona, pero un imprevisto le quitó esta oportunidad.
"Fue una experiencia agridulce, estaba muy preparada para ganar el oro, pero se me pinchó una llanta. Estaba lejos del abasto y tuve que correr mucho para que me la cambien".
Con todo este trajín, Michela perdió bastante tiempo, pero pudo recuperarse y terminar en el tercer puesto. Si bien el resultado no fue a la par del verdadero potencial de la deportista, sí demostró la dedicación y el esfuerzo que pone en cada competencia.
Ciencia y psicología
Además de destacarse en las dos disciplinas deportivas, Michela también es psicóloga clínica y está estudiando un máster en neuropsicología en la Universidad del Azuay.
"Esperé mucho para volver a estudiar y es una maestría que me gusta mucho. Siempre es importante mantener el perfil profesional, porque en algún momento me retiraré como deportista y este es mi respaldo".
La cuencana entiende perfectamente cuál es la importancia de la psicología en el deporte, incluso este fue su tema de tesis en el pregrado.
"Donde más lo he aplicado es ayudando y compartiendo con otros deportistas. Es necesario incluir la ciencia en la psicología, así lo hacen las potencias mundiales".
Michela espera poder graduarse en un año y aplicar sus nuevos conocimientos en los futuros deportistas del país.
Michela Molina, en el podio del Nacional de Ciclismo junto a Ana Vivar y Esther Galarza. FEC
El sueño olímpico
Michela tiene el sueño de convertirse en la primera ecuatoriana en clasificarse a unos Juegos Olímpicos en ciclismo de montaña.
La azuaya podría clasificarse por medio del ranking de la Unión Ciclista Internacional o en el Mundial de Montaña, aunque su mejor oportunidad podría darse en el Panamericano de Montaña, que será en abril en Brasil.
"Es el sueño al cual todo deportista quiere llegar. Nunca hemos logrado clasificarnos en nuestra disciplina en nuestro país. Es un objetivo grande que espero se pueda dar".
Se viene un año exigente para Michela, tanto en lo deportivo como en lo académico, pero la destacada ciclista ha aprendido a disfrutar de estos retos y a enorgullecerse de su carrera.
"Yo siempre he sido competitiva, me emociona ganar, obtener medallas y viajar. Que chévere que la bicicleta, algo que comenzó como un hobby, hoy se ha convertido en mi segunda profesión".
Michela Molina, con su medalla de bronce de la prueba de montaña de los Juegos Bolivarianos de 2022. COE
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