Aunque la asambleísta se salvó de la destitución, hay una nueva investigación en su contra en el Comité de Ética, sobre supuesta injerencia en el nombramiento de personal en Orellana.
La expresidenta de la Asamblea, Guadalupe Llori, tuvo un pequeño triunfo en la Asamblea cuando logró salvarse del primer intento de destitución. Sin embargo, aún no tiene su curul asegurada, pues falta la votación de la reconsideración.
Pero más allá de esto, en un año y medio de funcionamiento de la actual Asamblea, Llori ha estado rodeada de polémicas. Desde su misma designación como Presidenta en mayo de 2021, pasando por su remoción del cargo, en mayo de 2022, hasta su destitución como asambleísta.
El escándalo que terminó con su destitución se relaciona al alquiler de un vehículo de alta gama, pagado por dos funcionarios de su despacho, para la movilización personal de Llori en horas no laborales y en fines de semana.
Pero esta es apenas una de las polémicas que pesan en las espaldas de Llori.
De hecho, el mismo Comité de Ética ya tiene en sus manos otra denuncia, presentada por el asambleísta independiente Bruno Segovia, quien acusa a la expresidenta de injerir en la designación de cargos en su provincia, Orellana.
Frente a las acusaciones, Llori usa el argumento del género. Asegura que la atacan por ser una "mujer amazónica" y que es una retaliación del correísmo.
Baja calificación legislativa
Llori mantiene su curul, pero la calificación de su gestión como asambleísta es pobre. Es una de las legisladoras que menos intervenciones suma en el Pleno: ha hablado solo 10 veces en un año y medio.
También es una de las que menos proyectos de ley ha presentado. Su nombre aparece en apenas dos proyectos:
- Una propuesta de reforma a la Ley de la Circunscripción Especial Amazónica, entregada en julio de 2021.
- El proyecto de Ley de Deporte, propuesto por ella y los jefes de bancada en diciembre de 2021.
Es decir que en 11 meses, la expresidenta de la Asamblea no ha entregado ni un solo nuevo proyecto de ley.
Llori además es una de las asambleístas con menos pedidos de información realizados en su labor de fiscalización. Según la página de la Asamblea, apenas ha enviado 13 de estos pedidos en este año y medio.
Las polémicas pasadas
La gestión de Llori comenzó con problemas. A los pocos días de su gestión, la Asamblea pretendió comprar nuevos vehículos para la movilización de la Presidencia, con el argumento de que los que tenían estaban obsoletos.
Finalmente la contratación no se concretó. Pero desde entonces, los problemas para Llori no pararon. Los cuestionamientos en su contra se centraron en una supuesta cercanía al Gobierno.
Esto terminó en su remoción de la Presidencia en mayo de 2022 y la formación de una nueva mayoría, integrada por Unión por la Esperanza (UNES), el Partido Social Cristiano (PSC) y facciones de Pachakutik y la Izquierda Democrática (ID).
Estas acusaciones se centraban en la suspensión de las sesiones que no convenían al oficialismo, y en una supuesta injerencia del Gobierno en el Consejo de la Judicatura para salvarla de la destitución.
El uso de acciones de protección y medidas cautelares para intentar mantenerse en el cargo fue otro episodio de críticas. La polémica alrededor de Llori incluso dividió a su bancada, Pachakutik, en dos bandos que se mantienen así hasta ahora.
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