Carlos Edwin A. L., identificado como 'Invisible', es señalado por la Policía como el mentalizador del asesinato de Fernando Villavicencio.
Luego de tres intentos fallidos, el 27 de enero de 2024, se debe iniciar la audiencia preparatoria de juicio por el asesinato de Fernando Villavicencio. Una jueza decidirá si seis presuntos sicarios van a juicio.
Los procesados son:
La diligencia toma relevancia por una reciente revelación. En la Asamblea Nacional, Freddy Sarzosa, director de Investigaciones Policiales, señaló a Carlos Edwin A. L., uno de los procesados, como el "principal mentalizador" del crimen.
El día que asesinaron a Villavicencio, a la salida de un mitin político, Carlos Edwin A. L. estaba preso en la Cárcel de Cotopaxi. Pero se presume que, desde prisión, alias 'Invisible' coordinó con los sicarios el asesinato.
Llamadas y mensajes sospechosos
Según las investigaciones de la Policía, Carlos A. es uno de los cabecillas de una banda conocida como Los Invisibles, que es una facción de Los Lobos, banda narcoterrorista a la que se le atribuye el magnicidio.
Marcelo Gastón Toro, abogado de 'Invisible', refuta las aseveraciones de Sarzosa. Según el defensor, el único indicio de que Carlos A. hubiese hablado con los sicarios reposa en dos teléfonos que están "en tela de duda".
Por un lado, está el celular de uno de los presuntos sicarios. El día del crimen, esta persona resultó herida por la Policía y, antes de ser llevada a un hospital, falleció en la Unidad de Flagrancia, en el centro norte de Quito.
En medio de ese trajín, un militar habría encontrado el teléfono y lo entregó a un policía para que lo ingrese en la cadena de custodia.
Los peritos extrajeron la información de ese teléfono. Pero, Toro asegura que esa pericia está viciada. Hubo un problema al momento de señalar el modelo y la serie del equipo, por lo que el contenido del informe es inválido, dice.
En ese teléfono se habrían encontrado llamadas y mensajes entre Carlos A. y los sicarios colombianos contratados para matar a Villavicencio.
Pero el abogado dice que tampoco hay certeza de que el otro teléfono, atribuido a su cliente, haya sido utilizado por él. Se trata de un equipo con código de Estados Unidos, que corresponde a un número digital de Chicago.
Además de la audiencia preparatoria de juicio, la justicia también tiene en sus manos un habeas corpus solicitado por la defensa de 'Invisible'. El sujeto busca prevenir que lo trasladen desde la Cárcel 4 de Quito -dónde se encuentra ahora- hacia otra prisión, donde su vida podría correr peligro.
Inicialmente, había otros siete procesados por el caso Villavicencio. A inicios de octubre de 2023, a todos los asesinaron en dos prisiones del país.
¿Quién es el 'Invisible'?
Carlos A. estaba en la cárcel de Latacunga, en Cotopaxi, cuando sucedió el asesinato de Villavicencio. Esta prisión la dominan Los Lobos.
Según el registro judicial, entre 2014 y 2022, Carlos A. ha tenido procesos por robo, receptación, narcotráfico y tenencia ilegal de armas.
En 2014, cuando tenía 21 años, Carlos A. fue procesado por robo agravado. Junto a otras dos personas, este esmeraldeño, ingresó a un local comercial de su ciudad y apuntó al dueño con un arma para robarle USD 2.000.
Por ese delito recibió una sentencia de dos años de prisión. Y, tras cumplir su sentencia en la Cárcel de Esmeraldas, recuperó la libertad el 16 de marzo de 2016.
En mayo de 2018, Carlos A. regresó a la Cárcel de Esmeraldas. Lo acusaron de receptación de cosas robadas, luego de que se le encontrara en posesión de una moto y un teléfono reportados como tal. Recibió una sentencia de dos meses de prisión.
Salió de prisión el 14 de junio de 2018 y 16 días después volvió a ser detenido. Un agente lo encontró en posesión de 1.100 gramos de cocaína. Esta vez estuvo 30 meses en la cárcel.
Nuevamente, Carlos A. recuperó su libertad en 2020. En febrero de 2021, junto a otra ciudadana, lo detuvieron por supuestamente vender droga en una parada del Trolebús, en el centro de Quito. En ese caso no recibió una acusación formal.
Finalmente, el 31 de enero de 2022, a Carlos A. lo detuvieron, junto a otros dos sujetos, en el sur de Quito. En una casa en La Ecuatoriana, Carlos A. fue arrestado en posesión de armas -incluyendo una ametralladora-, municiones, drogas, balanzas
Por este caso fue sentenciado a 54 meses de cárcel, por tráfico de armas, narcotráfico y receptación, en concurso real de infracciones. Por esta sentencia se encuentra detenido, a la espera de lo que pase en el caso Villavicencio.
Una serie de antecedentes
En su comparecencia ante la Comisión Legislativa que investiga el asesinato de Villavicencio, Freddy Sarzosa, director de Investigaciones Policiales, dijo que la organización a la que se le atribuye el crimen -vinculada a Los Lobos- era seguida por las autoridades desde enero de 2023.
Por esos días, la Fiscalía abrió investigación previa por microtráfico de drogas, en Quito. Se buscaba una banda relacionada con Los Lobos. Dos meses después, en marzo de 2023, se abrió otra indagación para una banda asociada a los Lobos que se dedicaba a los delitos comunes y contra la vida.
El primer acercamiento real ocurrió el 17 de junio de 2023. Ese día, en Guayllabamba, parroquia rural de Quito, la Policía capturó a cinco personas que se movilizaban en un vehículo robado. Dos de estas personas tenían armas de fuego.
Las pericias determinaron que las armas encontradas en Guayllabamba se usaron en asesinatos cometidos, en mayo de 2023, en Tumbaco, Solanda y La Magdalena.
Una de las aprehendidas en Guayllabamba era Laura Dayana C., quien fue liberada y luego señalada como una de las coordinadoras del asesinato de Villavicencio. Actualmente, está presa y será parte de la audiencia preparatoria.
Semanas después, en julio de 2023, en Carcelén, la Policía detuvo a tres personas en un carro robado. Fueron liberados porque no hubo denuncia. Y dos de los tres liberados, ahora son procesados por el asesinato de Villavicencio.
Finalmente, seis días antes del crimen de Villavicencio, en Chilibulo, se reportó la detención de tres personas vinculadas con muertes violentas suscitadas en peluquerías de la Nueva Aurora y en Caupicho. Uno de los detenidos tenía tatuajes de Los Invisibles, facción de Los Lobos, que sería liderada por Carlos A.
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