Los llamados de emergencia por secuestros, secuestros extorsivos y tentativas de plagio se dispararon en enero y febrero de 2024, pese al estado de excepción. Las alertas aumentaron casi cuatro veces a escala nacional, respecto a los primeros meses de 2023.
En pleno estado de excepción, pese a la militarización de cárceles y al conflicto armado interno, Ecuador experimenta un repunte de secuestros. Guayaquil, Quevedo y Quito son las ciudades más afectadas, de acuerdo a las emergencias atendidas por el ECU 911.
Los llamados a la central de emergencia por secuestros, secuestros extorsivos y tentativas de plagio se dispararon entre enero y febrero de 2024, pese a que la excepción rige desde el pasado 9 de enero.
En el primer bimestre del año, el servicio integrado de seguridad atendió casi 300 llamadas de alerta por secuestros y secuestros extorsivos a escala nacional, frente a las 75 del mismo periodo de 2023. Es decir, los reportes de estas emergencias casi se han cuadriplicado.
Guayaquil concentró 120 de los casos en los dos delitos y le sigue Quevedo (Los Ríos), con 38 de estos llamados de auxilio. Se trata de cifras referenciales que marcan una tendencia del flagelo, pues el número de casos atendidos por la Policía es aún mayor.
En los dos primeros meses de estado de excepción, la Policía Nacional reportó 209 casos confirmados de secuestro en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), cuando en el mismo periodo de 2023 se registraron solo ocho casos. Es decir, el incremento es de 2.512%.
Quito está en tercer lugar respecto a los llamados de emergencia por secuestro, aunque la cifra de plagios de tipo extorsivo es todavía marginal en la ciudad. La Policía también reportó un número mayor de casos denunciados, muy por encima de los alertados al ECU-911.
En el primer mes del año, la subzona correspondiente al Distrito Metropolitano de Quito experimentó un incremento de secuestros, hasta alcanzar los 30 casos reportados a la Policía Nacional. Pero en febrero la cifra se redujo a 12 delitos.
“Le cortaron un dedo de la mano y del pie”
El general Víctor Herrera, comandante de la Zona 8 de Policía, explicó que en la modalidad de secuestro extorsivo la retención de las víctimas es cuestión de horas (entre 48 a 96 horas). Se trata de un negocio ilícito rentable para los grupos criminales.
A inicios de esta semana, la Policía presentó a 13 detenidos en Guayaquil, presuntamente miembros de bandas de secuestro extorsivo en los distritos Portete y Guasmo Sur, al sur de la ciudad.
Una ciudadana china de 28 años fue raptada de su local y los secuestradores le exigían a su familia USD 200.000. Pero los familiares desesperados terminaron entregando USD 9.000.
Mientras que por la liberación de un ciudadano secuestrado en el vecino cantón de Daule, criminales de Guayaquil exigían USD 100.000. Al hombre le cortaron un dedo del pie y otro de la mano como medida para presionar el pago del rescate, detalló la Policía.
El jefe del distrito policial de Nueva Prosperina (noroeste), Roberto Santamaría, uno de los de mayor incidencia en 2023, explicó que incluso centros de rehabilitación de drogas son tomados como fachada para ocultar a secuestrados y como centros de cobro de extorsiones.
El 12 de marzo, la Policía desmanteló una supuesta clínica con 16 retenidos. En el noroeste de la ciudad, el modus operandi incluye el secuestro de conductores y taxistas, a quienes retienen por horas a cambio de dinero o usan sus vehículos para otros delitos.
Mientras, el 14 de marzo la Policía abatió a un presunto secuestrador de Los Tiguerones, capturó a otro y liberó a un secuestrado en un enfrentamiento armado en Nueva Prosperina.
El vehículo era robado y el secuestro se produjo minutos antes en una vulcanizadora en Pascuales (al norte de Guayaquil), en medio de otra balacera con la Policía de ese distrito.
Durante la mañana del 9 de marzo, en la avenida Casuarina, noroeste de Guayaquil, se reportó un intento de secuestro de un hombre en los exteriores de una recicladora. El hecho quedó registrado en cámaras de seguridad, en la que se observa a los tres sujetos intentando meter al… pic.twitter.com/I44EZXYV3V
— Periódico D'Una (@periodicodeuna) March 11, 2024
¿Qué está pasando?
Según la Policía, el estado de excepción y el control estricto de las cárceles han contribuido a reducir en cerca de 200 las muertes violentas en los dos primeros meses, a escala nacional. Se trata de una reducción de la violencia del 17% respecto al mismo periodo del año anterior.
Pero el comandante policial de la Zona 8 le atribuyó el “preocupante” incremento de plagios al hecho de que las bandas narcocriminales estarían buscando reemplazar los ingresos que están dejando de percibir por actividades como el narcotráfico.
La unidad especializada antisecuestro y el personal de distritos con alta incidencia delictiva están extremando esfuerzos en la desarticulación de estas bandas, dijo. Además, se requieren sanciones más ejemplares para este tipo de delitos, agregó el oficial.
“Las sanciones que establece el Código Integral Penal para secuestro son de cinco a siete años de cárcel. Cuando se realiza con agravantes como mutilación, hablamos de 10 a 13 años de prisión y cuando termina en la muerte del secuestrado, de 22 a 26 años”, recordó Herrera.
El Gobierno Nacional anunció esta semana la implementación de una estrategia que contempla la creación de la Fuerza de Investigación Contra la Extorsión (FICE), con cerca de 800 efectivos desplegados en territorios con mayor incidencia de secuestro y extorsión.
Se trata de una fuerza que trabajará en conjunto con la Unidad de Muertes Violentas (Dinased), la Unidad Nacional de Investigación Antidelincuencial (UIAD) y la Unidad Nacional de Investigación Antisecuestros y Extorsión (Unase).
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