Gente brillante y otros personajes de pocas luces, se han preguntado, con curiosidad o con furia, ¿por qué Cáceres fue trasladado a La Roca? Y, he de confesar, que yo también, como penalista, me plantee la misma pregunta. Así que decidí investigar la lógica tras tan comentada decisión.
Lo que voy a explicarles hoy, arrojará luz en esas zonas oscuras en la búsqueda del conocimiento humano. Hoy vamos a aprender, juntos, cómo se hace un análisis de riesgo para la ubicación de PPLs (personas privadas de la libertad).
Cuando el Director del SNAI (primer director del SNAI especializado en gestión de seguridad y riesgos) supo de la captura de Cáceres en Colombia, dispuso, vía Quipux, la conformación de un equipo técnico para la planificación y determinación del lugar más idóneo, considerando el nivel de amenaza y riesgo, para preservar la vida del PPL, a quien el Estado tiene la obligación de resguardar.
Para empezar, luego de un análisis y de una inspección física, se colocaron en la matriz de riesgos tres opciones:
- A. Cárcel 4.
- B. Regional Cotopaxi.
- C. La Roca.
Sobre estas tres opciones, se evaluaron al menos las tres variables:
A. Seguridad.
B. Control.
C. Tecnología.
Todo ello, combinado con lo que se conoce como una matriz de amenazas para determinar la probabilidad (con puntaje) de:
- I. Evasión.
- II. Asesinato,
- III. Amotinamiento,
- IV. Suicidio (entre otras).
Así, con los datos numéricos obtenidos, se elabora la siguiente fórmula matemática:
Riesgo=Amenaza x Vulnerabilidad x Exposición Capacidades institucionales.
Y los datos concluyeron que La Roca es la mejor opción. Y sí, usted me va a exigir que al menos les explique cuáles fueron los criterios que permitieron colocar cada número. Paciencia, que allá voy con algunos datos fundamentales.
La Roca es la única cárcel del país con 0 muertes en la crisis de masacres carcelarias que se vivió en 2021 y 2022 (esto se denomina 'análisis de eventos históricos').
Los dos últimos incidentes en La Roca fueron la muerte de Caranqui y la célebre fuga de varios reos. Estos dos eventos ocurrieron en 2013.
Es una cárcel de máxima seguridad que, sobre su capacidad instalada, actualmente alberga a 21 PPLs (con Cáceres incluido). Deben ustedes saber que su ocupación no llega ni al 20% de su aforo, dato que, como veremos, es de extrema importancia.
Su baja ocupación (por motivos legales, técnicos y procedimentales) permite que los PPLs estén aislados entre sí, pero además, por su reglamento interno, permite que salgan al patio en grupos de dos, sin contacto con otros presos, y sólo pueden pasar máximo dos horas en el patio. Esto es posible solo en La Roca.
El patio está aislado de los pabellones y La Roca cuenta con un guía penitenciario por cada PPL (por turno). En el caso de Cáceres son más, es decir, se tiene control directo y absoluto sobre su físico.
La Roca tiene un departamento de asistencia psicológica permanente, está repleta de cámaras de seguridad con circuito cerrado, tiene una cabina de control in situ y otras externas para control, monitoreo y toma de decisiones remotas.
Esta prisión maneja un sistema de control, revisión y distribución de la comida, para evitar envenenamientos.
Y está arquitectónicamente aislada y se acaban de reemplazar (2022) las mallas del cerco exterior por muros de concreto, además, está rodeada de comandos especiales de la Policía y de comandos de las Fuerzas Armadas para evitar ataques externos y fugas.
Con toda esta seguridad, y por tratarse de un caso de connotación nacional y de irrefutable conmoción social, el SNAI evaluó que era el lugar más seguro para evitar que Cáceres sea eliminado o que se suicide.
Hablemos claro, Cáceres también es importante para el Gobierno, pues su cadáver sería también el cadáver de la credibilidad de Lasso, lo que significa que su muerte o fuga no conviene a nadie que no sea el propio Cáceres o algún encubridor clandestino.
¿Ven cómo funciona La Roca hoy?
Pues más allá de Cáceres, es indudablemente un ejemplo a seguir, es decir, no se puede cambiar el sistema penitenciario de la noche a la mañana, sin embargo, estos primeros pasos y esta clase de análisis nos permiten ver que sí hay una luz al final del túnel (del túnel sanguinario, escabroso, lleno de retos y derrotas).
Ahora el compromiso debe ser que, poco a poco, se alcance esta misma eficiencia con todos los PPLs y a nivel nacional. El camino está marcado, la gente capaz y capacitada existe y ésta es la prueba.
Espero que con esta columna usted haya entendido (como yo entendí) las razones tras la decisión tomada.
Y seguro algún acomplejado ha de salir a decir que le estoy haciendo propaganda al Gobierno.
No, hijo mío, no. Guarde la rabia en otro lado. Le estoy haciendo publicidad al conocimiento que, cuando es el promotor de las decisiones adecuadas, debe ser reconocido, venga del gobierno que venga.
Las opiniones expresadas por los columnistas de PRIMICIAS en este espacio reflejan el pensamiento de sus autores, pero no nuestra posición.
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