Los cinco 'pecados capitales' de descargar juegos y programas piratas

Los cibercriminales, según ESET, usan el nombre de un videojuego popular o el señuelo de ofrecer contenido gratuito para atraer a los usuarios. Se los engaña para que descarguen un software infectado con malware, y esto puede ocurrir a través de publicaciones y mensajes directos en redes sociales, y correos electrónicos de phishing.  Los hackers también ocultan el malware en archivos adicionales que permiten al usuario seguir jugando. Una vez en el computador, aprovechan para robar información, borrarla o sembrar pánico.  Por ello, una recomendación es nunca hacer clic en los enlaces que llegan de correos no solicitados o desconocidos. 

Otro de los pecados de descargar y usar un programa pirata es que se trata de un delito. “Es ilegal y al usarlos estamos atentando contra leyes de propiedad intelectual”, recuerda el experto Micucci.  Además, dependiendo de la jurisdicción o lugar donde se lo use, esto puede derivar en multas e incluso penas de cárcel. 

Aunque menos peligrosos, el adware puede ser una molestia para los usuarios de PC y móviles. Se trata de constantes ventanas emergentes, con videos o publicidad estática, que inundan la pantalla cuando está usando el programa.  En 2020, 21 apps de videojuegos fueron eliminadas de Google Play por contender adware intrusivo.  Otro consejo es solo descargar juegos del sitio web legítimo del desarrollador o de tiendas autorizadas como App Store y Google Play. 

Los juegos y programas pirateados pueden sonar como ‘buena idea’ para acceder a títulos codiciados y costosos, pero la realidad es distinta. Muchos de los videojuegos descargados de tiendas no autorizadas no funcionan correctamente. Mientras que un software comprado o descargado ilegalmente presenta fallos de funcionamiento, y en otras ocasiones hay problemas de compatibilidad entre las aplicaciones. Y el usuario no tiene opción de reclamo a la empresa fabricante de este programa, porque un ‘hacker’ no responderá por daños o perjuicios. 

ESET advierte que también existe la posibilidad de que el desarrollador oficial de un videojuego rastree el software pirata. Si logra ubicar el móvil o computadora específica que lo usa, puede poner al usuario y su cuenta en una ‘lista negra’. “Esto es un riesgo en plataformas de consolas como Xbox, donde los proveedores han sido proactivos con tales esfuerzos en el pasado”, señala la firma de ciberseguridad.